El Primer Informe de Gobierno del Segundo mandato del alcalde de Torreón, Román Cepeda González, fue una plana de lo que busca hacer en su segundo año de gobierno, más que profundizar en las acciones del 2025 y que resultan en su mayoría engañosas.
Un análisis realizado por Cactus Check comprueba que el edil emitió el pasado jueves 4 de diciembre datos factuales en algunos rubros y se centró en las inversiones proyectadas para el 2026.
En temas de seguridad, habló de que Torreón se ubica entre las ciudades más seguras del país con más de 500 mil habitantes, así como la inversión en unidades, uniformes, armas y cartuchos.
Pero 2025 fue un año atribulado en materia de seguridad para el municipio, pues se presentó la baja en la percepción de seguridad medida por el INEGI, el asesinato de un ciudadano a manos de la policía en un operativo que se salió de control, un paro de labores de la policía municipal y la salida del jefe policiaco César Perales.
Además, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2024 se denunciaron mil 100 robos (de todo tipo) y hasta octubre de este año sumaban mil 71 denuncias. En cuanto al delito de lesiones dolosas, a propósito del problema de las riñas en la ciudad, hasta octubre de este año hay registro de 841 denuncias, cuando en todo 2024 fueron 928.
Cepeda González presumió en su informe que en 2026 habrá una inversión de mil 580 millones de pesos en obra pública de infraestructura, estrategias y programas sociales. Pero lo gastado hasta ahora en los últimos años, dista mucho de alcanzar esa cifra.
En 2023 y 2024 no se gastó más de 320 millones de pesos en inversión pública, según datos de las cuentas públicas revisadas por Cactus Check. Para este 2025 se presupuestó 503.6 millones para el mismo rubro, aunque hasta el tercer trimestre el gasto era de apenas 72.8 millones de pesos, de acuerdo con el avance de gestión financiera.

Mientras que en ayudas sociales no se superó los 167 millones de pesos ni en 2023 ni 2024. Y en 2025 se presupuestaron 138.6 millones, pero se habían gastado 60 millones hasta septiembre. Es decir que lo que se ha gastado hasta ahora tanto en obra pública como ayudas sociales, es apenas una tercera parte de lo que anunció se erogaría para 2026.
Como parte de los proyectos de infraestructura, el presidente municipal anunció que se arrancará el Centro Cultural del Norte Torreón, como parte del nuevo Distrito Revolución, aunque este proyecto lo viene anunciando al menos desde 2023. El apartado de licitaciones de obras marca que la convocatoria para la construcción fue lanzada apenas el pasado 25 de noviembre.
El alcalde Román Alberto Cepeda también dijo que se construirán 100 plazas más con el programa de 0 a 100. Sin embargo, en su tercer informe hace un año, presumió que su gobierno había rehabilitado 450 plazas públicas y construido 60 nuevas, aunque Cactus Check documentó vía solicitudes de transparencia que no existía evidencia de esto.
Así mismo, en su informe destacó que se construirá el Distribuidor El Campesino, el cual “resolverá los accesos a Viñedos y el tránsito hacia el aeropuerto”. El problema es que eso se dijo del Giro Independencia y el problema vial se mantuvo.
El primer año del segundo periodo de Cepeda González estuvo envuelto de protestas sociales, entre las relevantes está la oposición al proyecto de la segunda etapa del Paso Villa Florida y por el cual vecinos de la colonia del mismo nombre han señalado falta de consensos, además de que los trabajos traerán afectaciones a sus viviendas.

También el Sistema Vial Independencia-Abastos, obra realizada con recursos estatales y con el apoyo del municipio, está marcada por el escándalo al ser retirados de un bulevar más de un centenar de árboles.
Ambientalistas y asociaciones civiles señalaron deficiencias en el plan de reubicación de la vegetación, así como la falta de un documento de impacto ambiental previo a los trabajos.

El hecho causó más indignación porque datos de ONU-Hábitat arrojan que Torreón cumple con apenas 4.15 metros cuadrados de área verde por habitante, cuando la recomendación es que sean al menos 15 metros cuadrados.


